domingo, 31 de enero de 2010

Ivan el Terrible

Película rusa del año 1946, si no recuerdo mal. Es una de mis favoritas, eso seguro. Bueno, hay dos partes, la segunda se llama “Iván el terrible, la conjura de los boyardos” (para que tenga una idea los boyardos y los Biolcattis son la misma cosa) Está película fue dirigida por Sergei Eisenstein a pedido de Stalin. No justamente por Stalin es de mis preferidas, sabemos lo que pasó con la dictadura roja.

La película fue filmada de noche, casi en su totalidad, porque de día todo el mundo tenía que trabajar en fábricas para mantener la actividad de la madre rusa, estaban en plena guerra contra los nazis. Es interesante ver, que justo un tipo como Stalin pide una película que trata la vida de un zar, sistema que su partido había derrocado. Bueno, la idea es usar esta figura de fuerza y vigor, la idea del ser que debe gobernar por voluntad del pueblo, que lucha contra la institución religiosa, y sobre todo la lucha es contra los boyardos; que no eran otros que los comerciantes y a los terratenientes vende patrias! O sea, resaltar la figura de un líder, que lleve las riendas de la madre Rusia en “La Gran Guerra Patriótica” (así llamaban ellos a la segunda guerra mundial) y tener controlados a los Boyardos, parásitos de todo país, ese era el verdadero motivo de usar la figura de tan afamado Zar, resaltar la de Stalin. La primera parte será bien recibida por Stalin, pero la segunda no tanto. Sergei Eiseinstein, en la segunda parte, muestra un líder más inestable, mucho más dubitativo, que implora y termina de rodillas pidiendo acuerdos. Se podrán imaginar cómo tomo esto Stalin, fue tal la bronca que la segunda parte se pudo estrenar cuando puño de hierro murió. Hubo el intento de hacer la tercera parte, pero el director murió teniendo apenas 15 minutos de film, una verdadera lástima.

Hay muchos detalles que hacen está película una obra de arte imperdible, muchas significados históricos, sus aspecto lúgubre, gótico si se quiere, caras petrificas y tétricas, imágenes de procesiones en busca del Zar exilado que mira de perfil con su larga barba en punta mientras se ve al pueblo saliendo de una especie de un desierto la hacen maravillosa en imágenes. Ni hablar de esos coros y las voces… Espero que la puedan conseguir si les interesa o disfrutar de este fragmento.

Los Ortodoxos rusos tampoco veían muy bien que Iván interfiriera en sus chanchullos…

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